Ricciardo se corona en el Principado
El australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) logró este domingo la victoria en el Gran Premio de Mónaco, que dominó de principio a fin desde la ‘pole position’, para reconciliarse con un circuito en el que era el máximo favorito y en el que se le negó el triunfo en 2016 por un error estratégico.
El piloto de Perth pudo, por fin, alzar los brazos en Montecarlo y beber champán de su bota -curiosa costumbre que ha tomado en los últimos tiempos y con la que rompió el protocolo monegasco-, tras un fin de semana perfecto en el que dominó los entrenamientos libres, apabulló en la clasificación y supo aguantar en la carrera.
Una carrera que no fue un camino de rosas para Ricciardo, con problemas del motor Renault de su monoplaza desde el primer tercio de la prueba, lo que le obligó a cuidar su unidad de potencia y a llevar la carrera en un ritmo lento, recomendado por el equipo para no tener problemas con el coche.
Tuvo como aliado al circuito, que prácticamente impide los adelantamientos y contuvo al Ferrari del alemán Sebastian Vettel, que le acosó en la primera mitad de carrera sin éxito, mientras el líder del Mundial, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), se conformó con retener su lugar en el podio y minimizar daños.
El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), su compatriota Valtteri Bottas (Mercedes), los franceses Esteban Ocon (Force India) y Pierre Gasly (Toro Rosso), el alemán Nico Hülkenberg (Renault), el holandés Max Verstappen (Red Bull) tras una remontada de once puestos y el español Carlos Sainz (Renault) cerraron la zona de puntos.
Una zona en la que transcurrió la mayor parte de la carrera del bicampeón mundial español Fernando Alonso (McLaren-Renault), pero su carrera se acabó en la vuelta 53 cuando un problema de motor y una avería final de la caja de cambios le obligaron a abandonar la carrera. Su primer abandono en esta temporada 2018.
Por su parte, el piloto local, Charles Leclerc (Sauber) se quedo sin frenos en la salida del túnel y se llevó el alerón trasero del neozelandés Brendon Hartley (Toro Rosso), lo que le obligó a abandonar.