Trabajando en las alturas: entrevista a Álex Delgado

Álex Delgado es un joven que arriesga su vida todos los días para asegurar la nuestra.

Con 29 años de edad, este andorrano, hijo de cordobés, pasa ocho horas al día colgado de riscos imposibles entre Menton y Villefranche-sur Mer, junto con otros alpinistas profesionales como él, para impedir posibles derrumbamientos sobre autopistas y carreteras.

Una tarde templada nos encontramos con él y con su perro Nano en Menton…

¿Qué es el alpinismo industrial?

Álex: El alpinismo industrial es muy extenso. Hay muchas posibilidades. Por un lado, está el trabajo vertical en fachadas en ciudad: para hacer reparaciones o instalar antipalomas, canaletas… etcétera. Donde no puede ir un andamio, va un trabajador vertical y lo hace todo con una cuerda. Pero a mí me gustan más los trabajos de difícil acceso, en roca o en montaña.

¿Cómo es tu trabajo?

Generalmente actuamos en terrenos sensibles, que están a punto de derrumbarse, ya sean rocas o terrenos de tierra en movimiento. Ponemos redes o barreras mallas de cable o de alambre, según la zona a tratar. Siempre perforamos, inyectamos cemento líquido y ya luego tiramos cable para mantener la zona y que no se venga abajo.

Alex Delgado, en las alturas
Alex Delgado, en las alturas

¿Y siempre te has dedicado a eso?

Sí. Con 17 años dejé mis estudios para dedicarme a ello, porque era lo que me gustaba: escalar y estar colgado.

¿Te gustaba estar colgado…?

Claro…(risas). Hay que estar colgado todo el año.

¿Cuándo empezaste a escalar?

Con diez u once añitos. En mi pueblo -en Canillo- se practica bastante este deporte. Desde que los niños son pequeños se les enseña a escalar para que conozcan el mundo del alpinismo y, si te gusta, sigues. Es como una droga, la sensación que tienes cuando estás a la vertical es única. De hecho, pienso que estamos adaptados para eso, igual que correr, caminar, nadar, el ser humano está preparado a nivel físico para escalar.

¿Dónde trabajas ahora?

Ahora vengo de La Turbie. Antes del 2015, estaba en Menton, sobre la autopista. En una zona que tratamos desde agosto y que vemos desde aquí. En La Turbie es un trabajo muy complejo también. Mi empresa se llama Alpharoc, pero generalmente trabajamos para ESCOTA.

Álex y Nano, inseparables
Álex y Nano, inseparables

¿Cómo viniste a Francia?

Encontré trabajo gracias a Facebook. Ya tenía un CV bastante cargado con experiencia en Andorra y España, por la zona de Lérida. Y bueno, siempre me mandaban a trabajar lejos de casa. Llegó un momento que empecé a buscar fuera de España: en Nueva Caledonia, en Francia, en Inglaterra… No domino nada el inglés, pero para trabajar sólo hacer falta creérselo y tener ganas. Y bueno, me salió el trabajo por aquí. Estuve un año haciendo intérim*, luego me prepusieron un CDD y al final, un contrato indefinido.

¿Cuánto tiempo llevas en la Costa Azul?

Llevo cuatro años, desde mayo de 2011. Aunque durante este tiempo también he trabajado en Aurillac y Cahors, por Toulouse, pero las he pasado bastante canutas por ahí, porque hacía mucho frío y el clima es muy húmedo.

Pero tu vienes de Andorra, tienes que estar acostumbrado al frío…

Sí, pero en Andorra vivía en una casa y aquí en una autocaravana…

¡Anda! ¡Cuéntame eso!

Pues desde que vine a Francia. Primero la caravana era sólo para irme de escalada los fines de semana y practicar mi pasión y luego ya fue definitivo. Porque yo necesito libertad. Con la autocaravana, puedo dormir donde me dé la gana, en la montaña o delante del mar… y tengo cocina, cama, cama para los invitados…

(Nano se acerca y reclama mimos de su dueño…)

Yo creo que sin el Nano no me hubiera a ningún lado. Siempre me hace compañía. Si no, ¿a dónde voy, yo sólo, a mil kilómetros de casa?

 

*Intérim: contrato temporal de sustitución.

María Pérez

Editora de Costa Azul Digital. Periodista española, enamorada de la vida y amante de los viajes. Puedes encontrarme en Twitter y en Facebook.

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