La impresión 3D se democratiza en Niza
Objetos de decoración, carcasas de móviles, joyeros, bustos personalizados… la que llaman la 4ª revolución industrial, la de la impresión 3D, gana cada vez más adeptos en Niza, en donde han abierto varios negocios en los últimos meses.
La fabricación de piezas a domicilio, de forma económica y original, es ya una realidad. Visitamos unas de las últimas tiendas de impresión 3D que se han inaugurado en la capital de la Costa Azul. Sus impulsores son una familia de mexicanos emprendedores. Betty y Aditya Sharma, madre e hijo, nos reciben en su tienda Nice 3D Lab, en el barrio antiguo, y nos descubren cómo funciona este mundo.
Aditya, estudiante de derecho, descubrió hace dos años las posibilidades y el potencial de la impresión 3D: «Hay un vacío legal que permite a la gente imprimir objetos a partir de dibujos que tienen propiedad intelectual, por ejemplo, si hoy imprimimos en 3D un Mickey Mouse, un Mario, o un Darth Vader, a partir de un dibujo original, eso es totalmente legal.»
La capacidad de construir en casa piezas y objetos personalizados, diseñados por uno mismo o adquiridos por internet, pone en jaque la industria tal y como la conocemos y el futuro de las fábricas y grandes cadenas de producción.
«Queremos democratizar la impresión 3D y cambiar la forma en que la gente consume. Aquí no imponemos los productos para que la gente los compre, sino que el cliente viene con una idea y aquí le ayudamos a fabricarlo por un precio razonable.»
¿De cuánto estamos hablando?
«Todo depende del tamaño, el material y la densidad. Una torre Eiffel chiquita puede valer 10 euros. Los objetos podemos imprimirlos en un plástico biodegradable, piedra o madera.»
Los precios de la impresión 3D cada vez son más asequibles, lo que permitirá a las familias adquirir una máquina y crear sus productos, según sus necesidades.
«Ahora mismo tenemos en la tienda dos máquinas, una estadounidense y otra holandesa y en breve, tendremos otra francesa para llevar a cabo las impresiones in situ, pero también vendemos impresoras, con la formación para aprender a utilizarlas para aquellas personas que quieran tener una en casa»
Objetos de decoración y regalos originales
Las posibilidades son infinitas. Con la ayuda de un escáner 3D, es posible imprimirse un busto, al más estilo emperador romano, en todos los tamaños. Gracias a esta técnica, se pueden recuperar objetos que se creían perdidos, como el primer instrumento musical de la Historia, que puede verse en el expositor de la tienda.
«Viene mucha gente para conocer el 3D en primera persona, y vienen muchos clientes que son papás con hijos. El niño hace un dibujo, y se lleva su obra real a casa. Por ejemplo, la niña dibujó una casita, la imprimimos y se la lleva para jugar. Otros vienen para personalizar regalos, grabar una foto o el nombre en un objeto, una carcasa o un soporte de móvil, joyas, un florero… todo lo que puedas imaginar.»
Pero, más alla de los objetos de decoración y los juguetes, las impresoras 3D permiten también la reconstrucción de una pieza. «Por ejemplo, se rompe una pieza de la nevera, y aquí se la imprimimos, en lugar de comprar todo un kit. Al final, sale más barato y evita el consumo masivo.»