El muguete, la flor del 1 de Mayo en Francia
El primer día de Mayo, las calles y mercados franceses se llenan de una simpática flor blanca en forma de campanilla. Se trata del muguete –muguet, en francés-, también conocido como el Lirio de los Valles.
Símbolo de la buena suerte y la felicidad, el Muguete, importado de Japón durante la Edad Media, cobra protagonismo el 1 de Mayo. Sin embargo, la tradición que liga el muguete con este día es muy anterior a la Fiesta del trabajo. La versión de la historia más extendida se remonta al Renacimiento. Más concretamente, al año 1560, cuando el rey francés Carlos IX y su madre Caterina de Medicis visitan la región de la Drome. Allí, el caballero Louis de Girard le regala esta aromática flor, recolectada de su jardín. Desde entonces, Carlos IX tomaría la costumbre de ofrecerla a las damas de la corte, durante la primavera, el momento de su florecimiento. Muy pronto, la tradición se extendería por todo el país.
Otras voces cuentan que Caterina de Medicis ordenaría al mismo caballero una misión secreta en la casa de una familia rica italiana. A su regreso, como signo de éxito en la tarea, Girard regalaría un ramo de muguetes, encontrado en el bosque, al joven rey.
Dos siglos más tarde, con el calendario republicano de Fabre d’Églantine, se trasladaría el día del Muguet al 26 de abril, desligándose del primero de mayo, hasta principios del siglo XX. En esta ocasión, el jefe de estado francés Philippe Pétain sustituiría la «Fiesta de los trabajadores», del 1 de mayo- instaurada en 1889- por el del «Día del Trabajo», y la rosa roja, asociada a la izquierda, sería remplazada por el Muguete.
En la actualidad, floristerías y particulares venden estas campanillas de la buena suerte durante todo el día. Una tradición presente, también, en otros países europeos como Suiza, Bélgica y Andorra.