La Ruta de la Mimosa en la Costa Azul
Descubre los pueblos que conforman la Ruta de la Mimosa en la Costa Azul.
A mediados de enero, cuando el invierno ya ha llegado al sur de Francia, las verdosas colinas que separan los departamentos de los Alpes Marítimos y el Var se cubren de un manto amarillo.
Tan brillante e intenso que nadie resiste la tentación de desviarse de su ruta para contemplar de cerca la vegetación que produce este efecto. Se trata de las Mimosas mediterráneas, importadas a la Costa Azul desde Australia, a finales del siglo XIX. Los viajes del Capitán Thomas Cook entre los continentes estarían al origen de la introducción de esta especie en Europa. Su proliferación en la Costa Azul se dio gracias al clima favorable y soleado, casi todo el año.
En 1880, diversos inquilinos de invierno en Cannes, como el Duque de Vallombrosa, el Marqués de Morès o Lord Brougham plantaron mimosas en sus propiedades de La Cruz de los Guardias (La Croix des Gardes, en francés). Más tarde, estos árboles crecerían de forma salvaje por la región, sobre todo y en gran cantidad, cerca de las localidades de Mandelieu, Tanneron, la Roquette y Pegomas, contribuyendo de manera notable al desarrollo de la industria cosmética de Grasse.
Sus flores, en forma de bolitas doradas que renacen cada año por estas fechas, y su perfume han otorgado a las mimosas una máxima popularidad, hasta el punto de convertirse en estrella de los carnavales en las localidades cercanas a donde crece, así como en protagonista de una ruta turística que atraviesa esos mismos pueblos.
La Ruta de la Mimosa
Más de 130 kilómetros conforman la Ruta de la Mimosa, que parte del pueblo medieval de Bormes-les-Mimosas, capital de la mimosa en el departamento del Var, hasta llegar a la Capital del Perfume, Grasse, situada en los Alpes-Marítimos, atravesando otros seis municipios (Rayol Canadel sur Mer, Sainte-Maxime, Saint-Raphël, Mandelieu-la Napoule, Tanneron y Pégomas).
La Ruta de la Mimosa en la Costa Azul
Te proponemos descubrir en detalle las cuatro etapas más cercanas de Niza, para una excursión que puede hacerse en un día en coche. Cuatro localidades cuya cultura invernal gira en torno a la mimosa.
1. Mandelieu-la Napoule
Capital de la mimosa en los Alpes-Marítimos, Mandelieu-la Napoule atrae cada año a miles de visitantes durante su Fiesta de la Mimosa, celebrado por primera vez en 1931, y que tiene lugar en el mes de Febrero. Un gran carnaval florido, con carretas y trajes elaborados con mimosa local. En total, más de 12 toneladas de estas flores son recolectadas por los productores del Macizo del Tanneron, el que fuera antaño el bosque de mimosa más grande de Europa. En esta fiesta, además de los cosos de flores, acompañados de música y bailes folclóricos junto al mar, destacan las animaciones luminosas al atardecer. El resto del año, Mandelieu-la Napoule es un conocido destino turístico de playa y de ocio náutico.
El Castillo de la Napoule, construido en la orilla del mar, en 1387, por los condes des Villeneuve, y renovado en 1917, junto con sus jardines, es otro de los atractivos de la localidad para visitar.
>>Leer: Fiesta de la Mimosa 2017 en Mandelieu<<
2. Tanneron
Rumbo al norte, nos paramos a unos 15 kms de Mandelieu, en nuestra segunda etapa de este recorrido. Antiguo señorío de Grasse, Tanneron se alza sobre el Macizo que lleva su mismo nombre y que sirve de frontera natural entre entre el Var y los Alpes-Marítimos. Hoy en día, acoge el bosque de mimosas más grande de Francia, comercializan de diferentes formas: como flores de decoración caduca, como pequeños arbustos, para cosmética o para base de perfumes.
Los visitantes de este pueblo no pueden perderse las impresionantes vistas sobre el valle que atraviesa el río Siagne y sobre toda la región de Grasse. Cada primer domingo de febrero, tiene lugar la Fiesta de la Mimosa. Durante todo el día, el pueblo acoge un mercado artesanal y una demostración de bailes folclóricos provenzales. Un coso de flores y distribución de la mimosa ponen la guindilla la jornada festiva.
3. Pégomas
Atravesamos el valle de la Siagne hacia el Oeste, para llegar a Pégomas. Durante el camino, muchas son las ocasiones para detenerse y admirar las mimosas salvajes que cubren buena parte del paisaje. Será la ocasión de visitar una «Forcerie«, invernaderos familiares en los que se hace florecer en varios días la mimosa que se ha recolectado verde. Al llegar a Pégomas, pueblo asentado sobre una planicie, entre la Roquette sur Siagne y Auribeau, son justamente sus privilegiadas vistas sobre las colinas doradas las que le convierten en etapa de esta ruta. Seguimos rumbo al norte, en dirección a la última localidad de este recorrido, dejando a nuestra izquierda el pueblo medieval de Auribeau-sur Siagne, que se alza majestuoso sobre una colina de 300 metros.
Algunos invernaderos de mimosa…
4. Grasse
En Grasse culmina la Ruta de la Mimosa, como culminan sus flores que sirven de base a los perfumes. Numerosas fábricas y talleres artesanales se concentran en una ciudad que exporta los mejores aromas de las flores frescas por todo el mundo.
Givenchy, Yves Saint Laurent, Guerlain o Jean Patou son sólo unos ejemplos de quienes han utilizado la mimosa para crear algunos de sus perfumes. Con una nota odorífica que se asemeja mucho a la violeta, la mimosa desprende un aroma más sutil y aéreo.
Cada vez más, los creadores tienden a privilegiar la mimosa salvaje, antes que la mimosa cassier, especie utilizada hasta el momento. Las grandes casas de perfume de Grasse: Fragonard, Molinard, Gallimard, así como otros talleres familiares pueden visitarse durante todo el año.
Para terminar esta ruta, nada mejor que pasear por el casco histórico, sumergirse por sus callejuelas estrechas, que nos recuerdan a la famosa historia de El Perfume, visitar la Catedral y sus cuadros de Rubens, y conocer el mundo de los aromas, tras pasar por el Museo de la Perfumería.
Costa Azul Digital te recomienda…
- Hacer la Ruta de la mimosa en la Costa Azul en varios días. Aunque en un día se pueda hacer todo el recorrido, lo mejor es disfrutar de las fiestas y los pueblos en varias etapas.
- Pedir cita previa para visitar los invernaderos de mimosas entre Tanneron y Pégomas. Para la mayoría de los productores es obligatorio.
- Darse un salto a Auribeau-sur Siagne. Aunque no esté incluida en la Ruta de la Mimosa, este majestuoso pueblo entre Pégomas y Grasse se merece más de una visita.
Guía Oficial de la Ruta de la Mimosa
Cada año, la Asociación para la Promoción de la Ruta de la Mimosa elabora una guía completa, en francés e inglés, con la información práctica (alojamientos, restaurantes, excursiones…) para planificar con antelación la visita. Puedes descargarla clicando sobre la siguiente imagen: